En el hospital
Inmediatamente después del procedimiento, lo llevarán a una sala de recuperación donde lo controlarán de cerca antes de que lo trasladen a una habitación común o a la unidad de cuidados intensivos (UCI). En algunos casos, pueden llevarlo directamente a la UCI desde el quirófano. Allí tal vez le administren medicamentos para reducir el edema cerebral.
Posiblemente le coloquen un dispositivo de presión intracraneal para controlar la presión cerebral. O bien, puede que tenga un drenaje ventricular externo que permite la salida del líquido cefalorraquídeo sobrante. Estos dispositivos suelen retirarse al cabo de algunos días.
Quizás tenga colocados algunos catéteres para recibir o drenar líquidos, o para controlarle la presión arterial.
Su recuperación dependerá del tipo de procedimiento que le hayan hecho y del tipo de anestesia que le hayan administrado. Una vez que la presión arterial, el pulso y la respiración se hayan estabilizado y usted esté despierto, es posible que lo lleven a la UCI o a su habitación del hospital.
Después de permanecer en la UCI y de que esté en condiciones estables, lo trasladarán a una habitación del hospital. Se quedará en el hospital durante algunos días más.
Tal vez tenga que recibir oxígeno por un tiempo después de la cirugía. Generalmente, le suspenderán su suministro antes de que se vaya a su casa.
Para que los pulmones vuelvan a expandirse y para prevenir la neumonía, le enseñarán ejercicios de respiración profunda.
El personal médico le controlará la actividad encefálica a menudo y se asegurará de que los sistemas y aparatos de su cuerpo funcionen correctamente después de la cirugía. Para controlar la actividad encefálica, le pedirá que siga diferentes órdenes básicas, por ejemplo, que mueva los brazos y las piernas. Le revisarán las pupilas con una linterna y le harán preguntas para evaluar su estado de conciencia, entre ellas, por ejemplo, su nombre, la fecha y dónde se encuentra. El personal le evaluará la fuerza de los brazos y de las piernas.
La cabecera de su cama tal vez esté elevada para prevenir la inflamación de la cara y la cabeza. Es normal que haya un poco de inflamación.
Mientras esté en cama, lo estimularán para que se mueva cuando sea posible. A medida que mejora su fuerza, lo ayudarán a levantarse de la cama y a caminar. Un fisioterapeuta puede evaluarle la fuerza, el equilibrio y la movilidad, y sugerirle ejercicios para que haga en el hospital y en su casa.
Probablemente le colocarán dispositivos de compresión secuencial en las piernas mientras está en cama para prevenir la formación de coágulos. Estos dispositivos tienen un compresor de aire que infla y desinfla lentamente las botas que le ponen en las piernas. Estas ayudan a prevenir los coágulos de sangre comprimiendo de forma pasiva las venas de las piernas para mantener la sangre en movimiento.
Según cuál sea su caso, quizás le den líquidos para beber unas horas después de la cirugía. Puede que le cambien lentamente la dieta para incluir más alimentos sólidos, a medida que los tolere.
Es posible que tenga una sonda en la vejiga para drenar la orina durante algunos días o hasta que pueda levantarse de la cama y caminar. Informe si tiene dolor al orinar u otros síntomas urinarios que se presentan después de que le retiran la sonda. Estos pueden ser signos de una infección que puede tratarse.
En función de cuál sea su estado, pueden trasladarlo a un centro de rehabilitación por un tiempo para que recupere la fuerza.
Antes de que le den el alta del hospital, se harán los arreglos para una visita de control con su médico. Su proveedor de atención médica también le dará instrucciones para el cuidado en su casa.
En su casa
Una vez que regrese a su casa, es importante que mantenga la incisión limpia y seca. Su médico le dará instrucciones específicas para bañarse.
Usted puede optar por usar un turbante o un gorro flojo sobre la incisión. No use una peluca hasta que la incisión haya cicatrizado por completo (unas 3 o 4 semanas después de la cirugía).
La incisión y la cabeza pueden dolerle, especialmente al respirar profundamente, al toser y al hacer esfuerzos. Tome analgésicos para el dolor según lo recomiende su proveedor de atención médica. La aspirina u otros anticoagulantes pueden aumentar las probabilidades de sangrado. Procure tomar solo los medicamentos recomendados y consulte si no está seguro.
Continúe con los ejercicios de respiración que hizo en el hospital para prevenir las infecciones pulmonares. Le recomendarán que evite la exposición a las infecciones de las vías respiratorias superiores (resfriados y gripe) y a los irritantes, como el humo del tabaco, los gases y la contaminación ambiental.
Aumente la actividad física de manera gradual según lo tolere. Puede tomarle algunas semanas recuperar el nivel de energía y la fuerza que tenía anteriormente.
Tal vez le indiquen que no levante objetos pesados durante algunas semanas para prevenir la sobrecarga en la incisión quirúrgica.
No conduzca hasta que su proveedor se lo permita.
Busque atención médica de inmediato si tiene alguno de estos síntomas:
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Fiebre o escalofríos
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Enrojecimiento, hinchazón, sangrado o supuración del lugar de la incisión o de la cara
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Aumento del dolor alrededor del lugar de la incisión
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Alteraciones en la vista
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Confusión o exceso de somnolencia
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Debilidad de los brazos o las piernas
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Problemas para hablar
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Dificultades para respirar, dolor en el pecho, ansiedad o alteraciones en el estado mental
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Esputo (flema) de color verde, amarillo o teñido de sangre
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Actividad convulsiva
Su proveedor de atención médica puede darle otras instrucciones sobre qué hacer después de una craneotomía.