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El parto

¿Cuáles son las complicaciones posibles del parto?

Aunque las complicaciones graves son poco frecuentes durante el parto, algunos problemas pueden ocurrir en este momento. A continuación se mencionan los más frecuentes.

Meconio fetal

Cuando se produce la rotura del saco amniótico, el color normal del líquido amniótico es transparente. Pero si el líquido es verdoso o marrón, puede ser un signo que indica la presencia de meconio fetal. El meconio se expulsa normalmente después del parto como la primera evacuación intestinal del bebé. La presencia de meconio en el líquido amniótico puede asociarse con sufrimiento fetal. Hable de inmediato con su proveedor de atención médica.

Frecuencia cardíaca fetal anormal

La frecuencia cardíaca fetal durante el parto es un buen indicador de cómo tolera el feto las contracciones. Por lo general, la frecuencia cardíaca se controla de manera electrónica durante el parto. Los límites normales varían entre los 120 y los 160 latidos por minuto. Si la frecuencia cardíaca indica que el feto puede tener problemas, pueden tomarse medidas de inmediato. Tal vez le suministren a la madre oxígeno y más líquidos, y también pueden hacerla cambiar de posición.

Posición anormal del feto durante el parto

La posición normal del feto durante el parto es con la cabeza hacia abajo, de frente a la espalda de la madre. Sin embargo, a veces el feto no está en la posición correcta, lo que puede dificultar su paso por el canal de parto. Hay varias posiciones anormales del feto, por ejemplo:

  • Con la cabeza hacia abajo, pero mirando hacia adelante.

  • Con la cara hacia abajo encajada en la pelvis de la madre, en lugar de que sea la parte superior de la cabeza fetal.

  • Con la frente hacia abajo en la pelvis de la madre.

  • En posición de nalgas, es decir, las nalgas o los pies hacia abajo en la pelvis de la madre.

  • Con un hombro en la pelvis de la madre.

En función de la posición, un proveedor de atención médica puede intentar hacer que el feto nazca tal como se presenta, o tratar de darlo vuelta antes del parto o practicarle a la madre una cesárea.

El parto del bebé

El parto es el momento en el que el feto y la placenta salen del cuerpo de la madre. Durante la preparación para el parto, pueden llevar a la madre a una sala de partos o dejarla en la misma habitación, tanto para el trabajo de parto como para el parto. Se recomienda que los padres o las parejas participen activamente en el proceso de nacimiento del bebé ayudando con las técnicas de relajación y los ejercicios de respiración.

Las posiciones para parir pueden variar de estar en cuclillas, sentada a semisentada (entre recostada y sentada). En las posiciones semisentadas, la gravedad puede ayudar a que la madre puje al bebé a través del canal del parto. El tipo de posición para el parto depende de las preferencias de la madre y las del proveedor de atención médica, y, también, de la salud del feto.

Durante el proceso del parto, el personal de atención médica seguirá controlando la presión arterial, el pulso y otros signos vitales de la madre, así como la frecuencia cardíaca fetal. El proveedor de atención médica revisará el orificio del cuello del útero para saber cuál es la posición de la cabeza del feto, y seguirá apoyando y guiando a la madre en sus esfuerzos para pujar.

El parto puede ser vaginal o por cesárea.

¿Qué es el parto vaginal?

Durante el parto vaginal, el proveedor de atención médica ayudará a que la cabeza y la barbilla del feto salgan de la vagina, cuando sean visibles. Una vez que la cabeza está afuera, el proveedor de atención médica empuja suavemente la cabeza hacia abajo para sacar el hombro, y luego el resto del cuerpo. El bebé gira por sí solo como el último movimiento de parto.

En algunos casos, el orificio vaginal no se dilata lo suficiente para permitir el paso del feto. Es posible que haya que acelerar el parto, por ejemplo, si hay sufrimiento fetal. En esos casos, el proveedor de atención médica puede hacer una episiotomía, un corte a través de la pared vaginal y el perineo. El perineo es la zona ubicada entre los muslos que se extiende desde el ano hasta el orificio de la vagina. La episiotomía se realiza para ayudar a dar a luz al feto. Las episiotomías no son necesarias en todos los partos y no se hacen de manera rutinaria.

Después del nacimiento del bebé, se le pedirá a la madre que siga pujando durante las siguientes contracciones uterinas para expulsar la placenta. Una vez expulsada la placenta, el proveedor reparará cualquier desgarro o la episiotomía. Generalmente, se le administrará a la madre oxitocina por medio de una inyección intramuscular o una vía intravenosa. Este medicamento se usa para contraer el útero. Luego se masajea el útero para ayudar a que se contraiga, lo que también ayuda a prevenir el sangrado excesivo.

¿Qué es una cesárea?

En el caso de que la madre no pueda dar a luz al feto por vía vaginal, el parto se realizará quirúrgicamente por medio de una cesárea. Esta cirugía suele realizarse en un quirófano o en una sala de partos específica. Algunas cesáreas se planifican y se programan, y otras pueden hacerse porque surgen problemas durante el parto.

Una vez que la anestesia surte efecto, el proveedor hace una incisión en el abdomen de la madre y una abertura en el útero. Se abre el saco amniótico y se extrae al bebé a través de la abertura. Es posible que la madre sienta algo de presión, una sensación de tironeo o ambas.

Después del nacimiento del bebé, el proveedor de atención médica suturará la incisión del útero y del abdomen. Después de una cesárea o un parto vaginal, la madre tendrá algo de sangrado.

Cuadros clínicos para realizar una cesárea

Diferentes cuadros clínicos pueden aumentar la probabilidad de que un bebé nazca por cesárea. Entre estos se encuentran los siguientes:

  • Cesárea previa.

  • Sufrimiento fetal.

  • Posición de parto anormal, por ejemplo, presentación de nalgas, de hombro o de cara.

  • Trabajo de parto que no progresa o no progresa normalmente.

  • Problemas placentarios, como placenta previa, que ocurre cuando la placenta obstruye el cuello uterino y aumenta el riesgo de que la placenta se desprenda del útero demasiado pronto.

  • Gemelos u otros embarazos múltiples.

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